VICTOR CAMPANO

Esto es una reflexión para aquellos a los que les gusta el deporte y más en concreto el futbol. Aún recuerdo cuando en el futbol solo veía el deporte, cuando los millones y la publicidad estaban al margen, de cuando no era un negocio (al menos tan especulativo y falso como lo es ahora).

Me duele ver en que se ha convertido el futbol de competición, en una pelea por ver quien tiene mejor marketing y gana más millones, por eso cuando aparece un equipo que con un presupuesto modesto y sin figuras de renombre consigue dar un correctivo a un equipo "grande" (en presupuesto) me alegra.

Y frecuentemente me pregunto ¿como es posible que un jugador de futbol profesional cobre lo que cobra? resulta increible ver como un cirujano, o un cientifco que lucha día a día contra enfermedades para el bien comun de toda la humanidad gane 100 veces menos que un joven de 19 años que sabe darle patadas a un balon, que quizás ni siquiera tenga estudios y que además se lo gasta en mansiones y coches de lujo, dejando una pequeña limosna para aparecer en los medios (y así aumentar su marketing) a organizaciones beneficas.

Mi reflexión me llevó a pensar que quizás cuando era un niño (por eso la pelota de peluche de mi hijo) quería ser una estrella del futbol (como todos los niños, salvo los que quieren ser toreros o bomberos) pero que a medida que he ido creciendo he comprobado que para ser una estrella del futbol es imprescindible una labor de marketing detrás y que preferiría ser cientifico o salvar vidas a estar metido en la carrera voraz del marketing deportivo. Me gustaría saber si estos jugadores que ganan sumas multimillonarias jugarían igual si a todos les pagaran 10 veces menos, estoy seguro de que sí y el que no lo hiciera sería un mal deportista.

(se me ha ido la pelota nunca mejor dicho)